Sandoval un gigante que brilla
Pablo Sandoval el novato de los Gigantes, brilla en la recta final de la actual campaña con San Francisco y espera con ansiedad el comienzo de la pelota invernal con el fin de sobresalir con los Navegantes del Magallanes.
Lo más importante es que el venezolano Sandoval tiene como sueño el establecerse como un sólido pelotero con los Gigantes e hilvanar una carrera exitosa y prolongada en la meca del béisbol. El hecho de pegarle a la bola con rencor le hace encajar en los planes de la novena de la Bahía con miras al 2009.
Sandoval, quien debutó con los Gigantes el 14 de agosto después de promediar un jugoso .350 entre la Clase "A" y la Doble "A", ha impresionado por su versatilidad al alinear en la receptoría, inicial y tercera base, y sobre todo por su impacto a la ofensiva. Promedió .393 en agosto, y el 7 de septiembre impulsó cinco carreras en un solo encuentro frente a los Piratas de Pittsburgh, haciendo muy obvia la huella dejada por Sandoval en poco tiempo.
El nativo de Puerto Cabello, había deslumbrado al promediar .296 en sus primeras cinco temporadas a diferentes niveles, pero los Gigantes querían darle un buen vistazo para ver a donde encaja para el 2009.
"Lo que me impresiona más de Pablo es la manera tan cómoda como se desenvuelve", catalogó Bochy. "Está convencido de que puede jugar a este nivel y esa es la razón principal de su éxito. El hecho de que pueda defender varias posiciones nos da más opciones para el futuro".
Por su consistencia física, Sandoval hace recordar a Mo Vaughn, quien disparó 44 jonrones con los Medias Rojas de Boston en 1996, pero la diferencia es que Pablo es un ambidextro que le pega reciamente a la bola desde ambos lados del plato.
"Pablo trae bastante energía al parque", enfatizó Bochy. "Es un trabajador incansable. Tiene el potencial para batear de 25 a 30 jonrones por año, pero no deseamos que trate de sacar la bola. Solamente queremos que se concentre en ponerla en juego y su poder natural hará el resto".
La fanaticada de San Francisco se ha enamorado de Sandoval por la forma como se entrega en el diamante. Tiene bastante velocidad para ser un tipo voluminoso, no se le nota incómodo en ninguna de las posiciones que defiende, y cuenta con habilidad para conectar la bola hacia el lado contrario del parque. En una ocasión, decidió un duelo entre el cubano Liván Hernández, de los Rockies de Colorado, y el estelar candidato al premio Cy Young, Tim Lincecum, al romper un empate a 1-1 con un jonrón por el jardín izquierdo, bateando a la zurda.
"Me propongo siempre concentrarme para hacer los ajustes necesarios en el plato", comentó Sandoval. "Siempre trato de poner la pelota en juego. Hasta ahora todo me ha parecido fácil, pero sé que batear en las Grandes Ligas no es sencillo. Uno tiene que hacer ajustes físicos y mentales, especialmente después de esos días en los que las cosas no salen bien.
"Los Gigantes me han demostrado que les intereso al darme la oportunidad de estar con el equipo", agregó Sandoval. "Tuve un buen año en las ligas menores, pero el próximo será cuando me toque ser protegido en el roster de los 40".
Su primer partido en las mayores fue detrás del plato y quizás alguien pudo haberse preguntado cómo se desenvolvería en la antesala un jugador de apenas 22 años de edad cuya posición principal es la receptoría, pero superó ese reto al ejecutar dos disparos fuertes en su primer cotejo en esa posición.
"Estaba un poquito nervioso, porque ese fue mi primer roletazo en bastante tiempo", reconoció Sandoval, quien jugó en 60 partidos en la esquina caliente hace dos años. "Estoy dispuesto a lo que sea, con tal de estar en el line-up".
A su favor tiene el hecho de que le encanta sudar la camiseta. En la primera base, trabaja duro con el ex inicialista J.T. Snow, asistente especial de San Francisco famoso por su guante mágico en sus 1,715 desafíos en la Gran Carpa y en la receptoría lo aconseja el boricua Bengie Molina, ganador de dos Guantes de Oro por su defensa hermética.
"Lo voy a tratar como si fuera mi hijo", proclamó Molina, receptor titular de los Gigantes. "Le dije desde su debut que estaba a su disposición para cualquier cosa. Así estará mejor preparado para ayudarnos a ganar. Tiene buen brazo, batea con poder y está dispuesto a aprender".
Asimismo, los lanzadores de los Gigantes están encantados con el trabajo del prospecto sudamericano.
"Aquí le ha caído muy bien a todos", aseguró Lincecum. "Sé ve que tiene una enorme confianza en sí mismo. Puede jugar donde sea y ojala también pudiera hacerlo en los jardines. Es un gran tipo en nuestro clubhouse".
"Recibe como todo un veterano", conceptuó Barry Zito, quien lo tuvo como compañero de batería en un lapso de cuatro de cinco aperturas, aunque Bochy advirtió que eso no implica que usará al venezolano como careta personal del experimentado zurdo. "Algunos peloteros jóvenes llegan aquí y creen que ya lo saben todo, pero Pablo siempre está dispuesto a aprender. Ha sido una bujía para nuestro equipo".
La alegría de Sandoval se nota desde que llega al parque. Saluda a sus compañeros gritándoles "Parroquia"-a la usanza de la nueva generación venezolana- y hasta rió a mandíbula batiente cuando lo hicieron disfrazar de sirvienta con miras al viaje final de los Gigantes, una tradición para los novatos.
"El Magallanes uno de los equipos más populares del Caribe quiere que sea cátcher por dos días y que sea primera base el resto de la semana", comentó Sandoval. "Quiero demostrarle a los venezolanos el potencial que tienen conmigo".
Y los Gigantes, que muy probablemente lo usen en un rol similar en el 2009, se frotan las manos de sólo pensar en el porvenir de este excelente prospecto de la tierra de Simón Bolívar.
Etiquetas: Pablo Sandoval
1 Comentarios:
excelente articulo sobre este pelotero que bueno que es magallanero bueno tanta calidad junta eso es obvio
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