Con cariño a Geremi

La jornada de ayer no fue como todas las tardes de beisbol en la ciudad de Valencia. En el estadio José Bernardo Pérez directivos de los Navegantes del Magallanes junto a jugadores, fanáticos y familiares de Géremi González rindieron un homenaje póstumo al fallecido lanzador zuliano.

Los jugadores de Águilas del Zulia y Navegantes del Magallanes se alinearon en el diamante carabobeño a partir de las 4:30 de la tarde acompañando a la señora Adriana, madre del serpentinero desaparecido, y a sus hijas, Yulimar y Gisel, quienes desde la lomita, sitio donde Géremi brindó tantas satisfacciones, fueron testigos de la manifestación de respeto y admiración por parte de sus compañeros en el terreno de juego y del público en la tribuna.

Un video con imágenes de Géremi sacó lágrimas a familiares y colegas en el campo y arrancó aplausos a los seguidores de aguiluchos y navieros que asistieron al coso valenciano. Fue el momento de mayor conmoción durante los actos protocolares preparados con antelación por el comité deportivo del elenco bucanero.

Las expresiones de admiración hacia González se extendieron hasta el minuto de aplausos que el locutor interno del parque solicitó a los presentes, quienes plenaron gran parte del José Bernardo Pérez. "Todo el mundo criticaba a Géremi por su manera de ser, pero era muy sincero.

Todo lo que hacía servía para motivar a sus compañeros de equipo para luchar por cada juego hasta el final", señaló el careta Raúl Chávez, quien ahora milita con los Tigres de Aragua. "Seguro que Géremi nos está viendo desde allá arriba".

Camino a la primera base, cuando los eléctricos saltaron al terreno para iniciar el partido, su amigo Tomás Pérez colocó un ramo de flores en el montículo, a manera de manifestación íntima. Nadie se lo esperaba.

Fue una decisión personal. Minutos antes se realizó una entrega de placa conmemorativa a los familiares de Géremi, por parte del Presidente de la Junta Administradora, Oswaldo Lomer. El lanzamiento Inicial estuvo a cargo de la señora Adriana, quien no ocultó su lamento por la desaparición física del derecho.

Jorge Montoya
eluniversal.com